Mi experiencia como monitore de ocio y tiempo libre en la Fundación Reinicias ha sido una verdadera revelación. Desde el momento en que crucé las puertas de esta organización, supe que estaba entrando a un lugar especial donde la pasión por ayudar a los demás, era palpable en el aire.


En la Fundación se dedican de manera incansable a intervenir, prevenir, investigar y sensibilizar sobre las problemáticas que afectan a la preadolescencia y adolescencia. Su enfoque en el acoso escolar, adicciones y dificultades emocionales, familiares y sociales me ha permitido adentrarme en realidades complejas y aprender a abordarlas desde el amor, la comprensión y la empatía. Además, he podido adquirir recursos y destrezas que utilizaré en un futuro, en mi carrera de educadore social. En cada actividad, mientras trabajaba con las personas adolescentes, pude presenciar cómo su desarrollo personal y social se veía fortalecido. Me emocionaba ver cómo, poco a poco, iban superando sus obstáculos y descubriendo su propio potencial. Me sentí afortunade de ser testigo de su crecimiento y de formar parte de ello. Gracias a la oportunidad de realizar las practicas, la Fundación Reinicias no se ha limitado sólo al abordaje de las problemáticas, sino que también se ha enfocado y se ha abierto camino, en fomentar el ocio y el tiempo libre como herramientas para el desarrollo integral de los jóvenes. Pude organizar actividades enriquecedoras, desde talleres creativos hasta cinefórums, donde experimentamos risas, aprendizaje y escucha empática.


Lo más gratificante de todo fue el impacto positivo que pude observar en la vida de estos adolescentes. Como, por ejemplo, ver como se formaban lazos de amistad, cómo se sentían valorados, escuchados y cómo encontraban un espacio seguro en la Fundación, fue algo que me llenó de satisfacción. Saber que mi pequeña contribución podía marcar la diferencia en sus vidas me motivó a dar lo mejor de mí cada día. Paloma me ha enseñado que el verdadero valor de una experiencia radica en la oportunidad de crecer y aprender, tanto para los jóvenes como para mí. Aprendí a escuchar con atención, a comprender sin juzgar, a resolver conflictos y a brindar apoyo incondicional. Crecí como persona y descubrí una vocación en este ámbito. Ahora, más que nunca, estoy convencide que el trabajo en el ámbito social puede cambiar vidas y construir a un futuro mejor.

Recomendaría a cualquiera que esté interesade en el ámbito de la preadolescencia y adolescencia que se acerque a la Fundación Reinicias. Aquí encontrarán un espacio seguro y una experiencia enriquecedora y transformadora, donde podrán hacer una diferencia real en la vida de jóvenes que necesitan de nuestro apoyo y comprensión. Gracias, Fundación Reinicias, en concreto a Paloma, por brindarme esta experiencia que ha dejado una huella en mi corazón. Seguiré adelante con el compromiso de ayudar a aquellos que más lo necesitan, llevando conmigo los aprendizajes y el amor que he recibido de estas maravillosas prácticas.


Pau Cerón Calvente.