Hoy en día tenemos muy normalizados los juegos en ordenador, videoconsolas o móviles.

En ellos, en muchas ocasiones, se trata de formar parte de ellos siendo un/x participe más. Con esto, a veces, en función del juego, pasamos a crear una realidad paralela en la que mostramos lo que queremos mostrar, diseñando un yo a medida, relacionándonos a veces con personas nuevas que no conocen nuestro físico ni nuestro pasado o presente, familia o relaciones sociales.

Esto puede ayudarnos o convertirse en un arma de doble filo que llegue a un punto de descontrol en el que sea más fácil relacionarnos tras esa «mascara» y nos dificulte ser quienes realmente somos, aplicar nuestra verdadera realidad y aprendamos a aceptarnos tal y como somos.

La vida a veces es compleja y eso incluye relacionarnos, aceptarnos y querernos tal y como somos, sobre todo cuando estamos creando nuestro yo, pero sin duda, el uso actual de las realidades paralelas tanto en videojuegos como en redes sociales puede convertirse en un arma que realmente se convierta en un/x gran enemigo/x.